martes, 14 de julio de 2009

The London Festival of the Art of Japanise Bondage

Después de dos semanas, por fin, parece que algo puedo escribir…

Llegamos a Londres el jueves por la mañana después de un madrugón importante. Era la primera vez que íbamos, así que casi todo era nuevo para nosotros. Yendo hacía el hotel, desde Gatwich, además de lo verdecito que estaba todo, lo que mas me sorprendió fueron las grandes praderas habilitadas para sacar a pasear a las mascotas, y es que creo que tengo la profesión enraizada :P.
Estaba nublado pero no hacía frío, si acaso el ambiente era un tanto bochornoso. Llegamos al hotel, descansamos un rato y fuimos a descubrir los alrededores.
Primera experiencia para coger el metro, una pequeña odisea pero pronto estuvo solucionado gracias a un buen hombre que quiso explicarnos como funcionaba todo aquello. A partir de ahí, perfecto con la admirable orientación de Ocho ☺.
Estuvimos en el parque s St James. Algo así como el Retiro pero con muchísimas flores por todos lados y mucha diversidad de aves. Cenamos en Cove Garden, una pizza buenisima . Nos atendió un camarero que después de varios intentos patosiles de pedir la cuenta en ingles, nos dijo: “¿La cuenta?”, - siiii!!, eso la cuenta- “Pués habérmela pedido, hombre”, jajaja. Gran asignatura pendiente el inglés…
A la mañana siguiente quedamos con Kuss y Shibari. Teníamos muchas ganas de verlos. Querían ir a visitar un museo y nos pareció fantástico con tal de pasar un rato agradable y en buena compañía. Después fuimos a casa de Oscar un amigo de ellos que lleva 14 años viviendo en Londres. Además de una bellisima persona, resultó ser un gran músico.
Llegaba la hora y partimos hacía el festival dónde también nos encontraríamos con Despertant.
Cogimos un super bus y Shibari consiguió los mejores sitios, justo arriba del todo en primera fila. Allí muchas cosas son “al revés” y el tráfico no iba a ser menos, así que hasta que te acostumbras te llevas unos cuantos sustos…
Algunas paradas de metro y bajamos en Bethnal Green. Anduvimos algunos minutos hasta localizar la calle Poyser a la cual se accedía por un pasadizo estrecho de aspecto misterioso.
El lugar era una nave-sala de exposiciones con dos plantas y un patio estupendo con sillas y sillones para conversar y fumar sin molestar demasiado. Al fondo tenía un punto de suspensión dónde mas adelante estuvimos practicando…
En la planta baja, había un escenario. Todo estaba decorado con cuerdas y cañas de bambú. El techo era alto, de las paredes colgaban pinturas encuadradas, fotografías y bonitos azulejos grabados con posturas y sesiones de bondage. Pensé que quedarían magníficos en mi cuarto de baño ☺
En el fondo, había una barra con algunos sillones cercanos, un tatami y algunos maniquís colgados y encordados.
El ambiente era agradable, había acudido bastante gente. Vimos algunos performances, siempre es de agradecer que la gente comparta su emoción, su experiencia, su hacer, su arte…
Había personas que ya conocía y otras muchas que no y me encantó conocer. No obstante, siempre me queda esa impotencia de no saber expresarme verbalmente, aunque por intentarlo que no quede ☺
Allí sentada en tan buena compañía saboreé el momento que estaba viviendo y a pesar de las posibles limitaciones pasamos una noche muy agradable.
No recuerdo a que hora marchamos pero nos acostamos amaneciendo (en junio, allí sale el sol sobre las 4:30).
A la mañana siguiente quedamos en el mismo lugar. Cuando llegamos Zamil , comenzaba su seminario. Nudo básico, trucos y Takate-Kote. Otra experiencia interesante. Desde mi limitado (pero en crecimiento : ) ) conocimiento , sin duda pude apreciar su manejo excepcional de las cuerdas y una gran técnica depurada. Es un placer observarles y tratar de aprender algo.
A medio día fuimos hacía la casa de Oscar. Compramos comestibles para reponer fuerzas.
De camino, paramos en un pub para tomar unas pintas-sidras-cocacolas.
De pronto el cielo, se fue tornando oscuro, sin apenas darnos tiempo a reaccionar. Escuché los crujidos atronadores de una gran tormenta. El día parecía despedirse con cierta añoranza e incomprensión. Pero la naturaleza en ocasiones es así…
Teníamos el tiempo demasiado justo para todo lo que había que hacer, así que no quedó otra opción que afrontar el torrencial y echar a correr…
Tras hallar refugio en casa de Oscar, sentía como caían sin descanso las gotas desde mi pelo. Estaba completamente empapada y sentía como la humedad había calado. Después de la inesperada tormenta necesité asimilarla…
Preparamos la comida, comimos, preparamos todo y partimos de nuevo hacia el festival. A medida que pasaban los minutos la tormenta nos iba dándo tregua y al llegar allí pude ver unos rayitos de sol, aunque eran casi las 22.
Mucha diversidad de gente, chicas guapísimas vestidas de japonesas, kimonos preciosos…
El sábado fue el día de las performances. Zamil, Marc & Jess, Esinem, Shadow, Nawa Koneko y muchos otros, sin duda todas interesantes por la gran versatilidad. Es muy gratificante, siempre me enriquece. (Adjunto alguna foto, aunque no salieron muy bien ☹ ). Casi a ultima hora, pudimos ver a Nawashi Murakawa con una modelo japonesa preciosa y en perfecta forma. Personalmente fueron quienes mas me llevaron…
Oscar nos había confirmado que tocarían en directo con nosotros, cosa que era una gran alegría. Son buenos!! a mi me encantaron ☺
Estaba siendo una noche intensa, diferente, llena de estímulos que recibir, algunos por pensar, otros por sentir y allí estaba.
De algún modo miré hacia atrás, hace justo un año, recordé aquel mail que escribí entusiasmada para acudir por primera vez a un “Encuentro de cuerdas”. Quedé prendada desde el primer momento y decidí continuar andando.
No había sentido en toda la noche esos “nervios escénicos” pero parecía que ya llegaba el momento. Apenas quedaban unos minutos para salir, todo listo, todos preparados y dispuestos…
Subimos juntos al escenario. Mi rodilla traicionera siempre hace que note unos segundos ese molesto tembleque incontrolado al que nunca me acostumbro.
Me quedé sentada, observando desde un lateral mientras Kuss se preparaba para su self, no deja de embaucarme con sus maravillosos vuelos…
Disfrutando del momento, sentí como Shibari rodeaba mi pecho con sus cuerdas, mi cara quedó cubierta con el pelo, apenas veía, pero escuchaba, percibía, sentía...
Fui enredándome con el momento, perdiéndome con el instante, dejando que mi cuerpo y mis sentidos volaran junto a ellos en aquella realidad. En ocasiones era consciente de la música que nos acompañaba y nos mecía en aquel espacio-tiempo…
tan… intenso…

Poco mas puedo describir de forma coherente y racional. Quizá algún día encuentre la forma para hablar con palabras de sentidos y sentimientos, o quizá no, quien sabe…
Gracias, estoy muy agradecida por este viaje

No hay comentarios: