jueves, 5 de noviembre de 2009

Nacer expirando en tus deseos...

El domingo transcurría tranquilo. Había estado leyendo y aquel libro permanecía a nuestro lado mientras veíamos la tv.
Me levanté a por algo de beber. Le ofrecí el vaso, sonrió, bebió y lo dejó en la mesa. De repente y sin previo aviso, me cogió del brazo y posicionó mi cuerpo encima de sus piernas.
Con fuerza, bajo mis pantalones y empezó a rozar de modo desafiante mis nalgas, las cuales comenzaron a estremecerse percibiendo lo que podría avecinarse.
“¡Abre el libro!”, me dijo. “Empieza a leer y no pares”. Por supuesto así lo hice.
Un azote, despertó de su perezoso letargo de domingo a todo mi cuerpo.
¡Ayy! Se atrevió una queja. ¿Ayy?, ¿cómo que ay?. ¡Te he dicho que no pares de leer!.
Plss, plss, plss. Aprieto los dientes, no quiero cerrar los ojos. Deseo concentrarme en leer. Percibiendo y resaltando cada acento, cada coma, cada entonación. Siento mi vientre apoyado sobre sus piernas. Mis músculos comienzan a sentir tensión. No consigo centrarme en la lectura, aunque es lo que mas deseo. Siento mi voz afligida, es acompañada por el sonido de sus azotes en mi culo, el cual voy sintiendo cada vez mas caliente. Todo se torna bastante intenso.
Solo se que comencé a llorar casi como una niña. No paré de leer pero en ocasiones gritaba entre sollozos las palabras que correspondían. En unos segundos, estaba envuelta en mis líquidos. En aquellos que brotaban de mis ojos, nariz y boca, así que eso se había convertido en un mar viscoso de letras y emociones alteradas.
Me miro y sin palabras me preguntó si estaba bien. Sonreí timidamente.
Al cabo de unos segundos, me dio la vuelta. Su rostro estaba serio pero lleno de ternura.
Abrió mis piernas apretando con sus manos la cara interior de mis muslos. Continuaba sollozando intentando evitar en vano que mis fosas nasales no fuesen obstruidas por completo.
De pronto su mano cubrió mi boca entera, aquel único orificio que me permitía llevar oxígeno a mis pulmones. Sentí una angustia instintiva y mi cuerpo se concentró solo en adaptarse a esa nueva situación.
Entregada a su deseo, controlaba mi primera necesidad. Al principio sentí una especie de morbo que fue calmando mis sollozos. En algún momento sentí la angustia de quedarme sin aire pero, ¿que importaba?. Confio plenamente en el.
La situación podría describirla como bizarra. Ambos estábamos invadidos por mis fluidos. Sus manos resbalaban por mi boca hasta taponarla por completo y mi nariz estaba completamente obstruida. Las lágrimas ya habían cesado. Le adoro, me encanta observarle tan concentrado, tan entregado a lo que desea.
A veces una situación se hace placentera al sentir y percibir como disfruta de ello. Me siento afortunada por formar parte de sus deseos y fantasías. Nada me hace mas feliz que crecer inmersa en el y me haga partícipe de su lado mas desconocido…
Sentí su mano por mi vientre, lo presionó y lo arañó. Su mano continuó bajando hasta que se apoderó de mi interior. Movió sus manos con ese gran tacto que le caracteriza, aunque los movimientos eran fuertes e invasores. Sentía su mano caliente dentro de mi, todo estaba mojado, las gotas resbalaban por mis piernas.
Sentía una especie de vergüenza-morbosa. No se muy bien como explicarlo. Me avergonzaba de mis babas, de mis mocos y mis flujos pero me excitaba mucho esa sensación y la prueba estaba en toda esa euforia que no deseaba contener.
“No quiero que te corras”, me dijo.
El lo sabe. Sabe como disfruto de su control, como lo ansío y lo venero aun cuando mi cuerpo no aguanta mas y desea estallar junto a El.
Por un instante relajó la situación, volvió a acariciarme despacio, besándome. Le mire exaltada pero feliz, “Gracias”- le dije, su respuesta fue una bofetada y mirándome fijamente me dijo, “Aún no he terminado contigo perra” y prosiguió tomándome con sus manos, con su lengua, con sus dientes, asfixiando mis gemidos, mis delirios,….No podía mas, sentía el palpitar de mi corazón saliendo por mi pecho .
Correté zorra y se agradecida. Quiero que desbordes generosamente en mi cara.
Deseo obedecer, siento la necesidad. Quiero agradecerle su atención, su posesión, mi entrega. Le amo tanto…
Extallo en mi intención de explosionar, rozo su cumbre, palpo la unión, la mezcla. Siento todo aquello que me importa. Es maravilloso.
Respiro libre, siento una aparente calma, paz..., escucho el riachuelo de mis/sus entrañas, resbala por su boca hasta el piso…

Me avergüenzo y enorgullezco a compás….
Que grande cuando me limita a sentir.
Gracias por saber llevarme al mundo de los sentidos…

Te Amo
TAAA