martes, 27 de abril de 2010

Una mañana...



Recibo al sol en solitario, sus rayos calientan mi cara, enrojecen mi tez.

Estás cerca, casi puedo olerte, comienzo a imaginarte…Viajo a ti.

Dormido entre las sábanas, mullido entre la almohada.

Aún estoy adormecida pero deseo estar entre tus brazos, rozar tu cara.

Abrazarme a ti mientras respiras somnoliento y acompañar tu ritmo al respirar, hundirme en tu boca, absorver tu aliento.

No busco mas allá, no viajo entre pensamientos, tan solo deseo ese sosiego, esa paz.

Sonrío, suspiro, me apoyo sobre tu pecho, desnudo, caluroso, abierto.

Rozo tu piel, mis dedos se deslizan por tu cuello, resbalo sobre ti.

Recibes mi cuerpo cubierto, sonrisa entreabierta, y deseo incierto.

Se hace la calma, el mundo se inmoviliza, todo se para, todo acaricia.

Imagen amable, instante iluminado, sosiego, mezcla permeable.

Se diluye, se une, se combina, se alimenta de forma sencilla, fácil.



Mas que un placer...


No hay comentarios: