miércoles, 4 de agosto de 2010

Calma para claridad



Historia Zen


Un grupo de discípulos le preguntó al maestro:
-¿Por qué le das tanta importancia al sosiego?
El maestro repuso:
-Porque es la base de la claridad mental, de la lucidez y del reconocimiento verdadero de sí.
-No te entendemos-replicaron los discípulos.
-En tal caso-dijo el maestro-, acercaos al rio y miraros en su precipitada corriente.
Así lo hicieron. Cuando volvieron, el maestro les preguntó que habían visto.
-Nuestro rostro en las aguas, pero muy movido y borroso, -contestaron.
-Ahora-dijo el maestro-, id donde se remansa en río y miraos en sus aguas sosegadas.
Una vez que volvieron, el maestro les preguntó de nuevo que habían visto, y respondieron:
-Hemos visto con toda claridad nuestros rostros, reflejados perfectamente en las aguas sosegadas.
El maestro concluyó:
-¿Os dais cuenta? Si hay calma, hay claridad.

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