Cochinos y cochinillos

Siempre voy a la misma carniceria. Me gusta. Me gusta el trato, el cuidado que tienen al cortar la carne, como me consienten cuando pido algunas cosas caprichosas, y ahora en verano, el fresquito que hace.

Hace tiempo que observaba desde detrás de la vitrina unas caretas de cerdo. En principio podría parecer algo un poco asquerosito pero al final, la comida siempre acaba dándome ideas perversas. Quizá por la gran variedad de testuras y olores o quizá por las ganas que siempre me produjo la frase "con la comida no se juega".

El caso es que ayer, fuimos juntos a comprar y dió la casualidad que habían traido cabecillas de cochinillo. Pobres, la verdad es que me da una mezcla se sentimientos un poco estraña.
Le pregunté a mi carnicero si a este bicho en cuestión se le podía quitar el hueso y dejar, digamos, solo la piel. Me miró un poco estrañado y sonreí. No quiero que se rompa la piel, es lo que me interesa, dije. Estuvo un rato colocando al pobre animalillo de un lado a otro, tratando de cumplir con las espetativas. Tras algunas peripecias pero habiendo conseguido el objetivo con una gran destreza me me preguntó; "¿Que vas a hacer con esto?", no pude evitar soltar una gran carcajada, pués me miraba con unos ojitos, que en ese mismo instante se la habría colocado allí mismo para responder a su pregunta como dios manda. ¡Por curioso! :D
8 estaba a mi lado, envuelto entre la verguenza, el orgullo y la perversión. Me miraba y sonreía de forma sutil, tratando de no dar demasiadas pistas al carnicero. Asomaron unos pequeños coloretes que resaltaban sus mejillas. Que guapo! Terminamos las comprar y fuimos a casa.
Para ayer, había otros planes también maravillosos. Y es que 8 tiene devoción por los pies y tocaban mimos y cuidados.
Por cierto, cada vez lo hace mejor. He dejado de ir a la esteticien y tengo unos pies estupendos :D

Mientras, algo, espera en frigorífico.......